La bulimia es un trastorno de la conducta alimentaria que se caracteriza por los siguientes síntomas:
– Episodios recurrentes de atracones (ingieren gran cantidad de alimentos en un corto espacio de tiempo). Durante el atracón tienen una sensación de pérdida de control (no pueden parar de comer ni tienen control sobre lo que comen)
– Conductas compensatorias inapropiadas para controlar su peso (vomitan, toman laxantes y/o diuréticos, ayunan y realizan ejercicio físico de forma excesiva)
– Los atracones y las conductas compensatorias ocurren al menos 2 veces a la semana durante un periodo mínimo de 3 meses
La bulimia y la anorexia, sobre todo la de tipo compulsivo purgativo, al ser dos trastornos de la conducta alimentaria, presentan síntomas comunes:
– La autoevaluación personal está exageradamente influida por el peso y la silueta corporal
– Tienen un terror exagerado a subir de peso
– Tienen una distorsión de su imagen corporal, se ven más gordas de lo que realmente son
– Niegan total o parcialmente la enfermedad
– Tienen dificultad de concentración y aprendizaje
– Hay una disminución en el rendimiento laboral o escolar
– Suelen tener bastantes problemas con las amistades
– Tienen una sensación constante de culpa y una baja autoestima
– Tienen ideas depresivas, pudiendo llegar incluso al suicidio
Hay dos tipos de bulimias:
Tipo purgativo la persona emplea conductas compensatorias inapropiadas, se provoca regularmente el vómito, utiliza laxantes y/o diuréticos
Tipo no purgativo la persona emplea conductas compensatorias inadecuadas como el ayuno o el ejercicio físico excesivo pero no vomitan ni usan laxantes
CUADRO CLÍNICO
Una de las características de este trastorno es que el paciente realiza los atracones de comida a escondidas. Durante el atracón prefieran comer dulces, chocolate, bollería industrial, alimentos preparados…. pero cuando no hay otra cosa pueden llegar a beber una botella de aceite, comer cosas de la basura, alimentos crudos o congelados e incluso comida del gato…
Después del atracón les invade un gran sentimiento de culpabilidad, así que para eliminar el exceso de comida recurren a conductas compensatorias inadecuadas: se provocan el vómito, toman laxantes y/o diuréticos, hacen ayuno y realizan ejercicio físico, aunque este último no tan exagerado como el de las personas que sufren anorexia
Mantienen un peso normal, incluso pueden tener un poco de sobrepeso, no suelen ser tan delgadas como las anoréxicas. El darse el atracón no viene motivado por el hambre sino por otras motivaciones que no tienen que ver con la comida: ansiedad, aburrimiento, soledad, estado de ánimo bajo……
A pesar de que comen normal, tienen una persistente sensación de apetito voraz o sea ansiedad por la comida, están todo el día pensando en ella llegando incluso a esconder alimentos en diversos lugares de la casa
A diferencia de los anoréxicos que son supercontroladores y rígidos, los bulímicos son más impulsivos, además de darse grandes atracones, en muchos casos, consumen sustancias tóxicas, abusan del tabaco y del alcohol, realizan conductas autolesivas: rajas….
Síntomas fisiológicos que podemos detectar en estos pacientes:
– Signo de Russell cicatriz en los nudillos, como consecuencia de introducir la mano en la boca para producirse el vómito.
– Diarreas
– Pérdida del esmalte dental. Al vomitar con gran frecuencia, los jugos gástricos desgastan los dientes
– Hinchazón de la cara debido a que las glándulas salivares están inflamadas ya que trabajan en exceso
– Irregularidades menstruales o amenorrea
– Dependencia a los laxantes
El tratamiento resulta más eficaz en las primeras fases de la enfermedad, pero estos pacientes son más difíciles de detectar que los que sufren anorexia, porque mantienen un peso dentro de los límites normales y realizan las comidas junto a su familia
Algo clave para detectarlo, es que después de cada comida se vayan corriendo al baño y que pasen en él un tiempo. Allí realizan ciertas estrategias para disimular el ruido que produce el vómito: se dan una ducha y aprovechan para vomitar, abren los grifos para que corra el agua y no se oiga, ponen música alta…….
Para tratar la bulimia es indispensable la intervención de un psicólogo.
Actualmente los tratamientos más eficaces para la bulimia son la terapia cognitivo conductual (TCC) y la nutricional.
Lucía Prendes Licenciada en Psicología